En este cuarto
No puedo quedarme en este cuarto
las paredes siguen amarillas,
más descascaradas que antes
la mancha de humedad crece
acá durmió mi abuela
con su pareja
no puedo imaginarla con su dulzura
teniendo sexo
para mí que hizo el amor,
o un jardín hizo acá adentro
así aprendí a mirarla
toda perfumada
armarse unos rulos grandes,
pintarse los labios,
sonriente frente al tocador.
Más tarde durmió mi madre
que también seguro hizo el amor
porque ella amó mucho
pero después se enfermó,
la cama le quedó chica
y se fue
entonces llegué yo
crecida y madura
que también vine con alguien
y me inventé otro jardín
que el tiempo secó
y ahora no puedo entrar a este cuarto
te juro
no
pue
do
se me viene todo encima
la puerta se descuelga,
el ropero,único testigo,
cuando apagábamos la lámpara,
y el cuerpo
y los sueños
que saben también
de la sombra que dibujamos en la cama
vos de un lado,
yo del otro
sin rozarnos
colgando la distancia desde el techo
tapando con mantas
los gritos silenciosos de la noche
apretando desesperados la ropa
que juntaste
en esas cajas tan chicas,
dónde no cupieron las fotos
ni los recuerdos.
las paredes siguen amarillas,
más descascaradas que antes
la mancha de humedad crece
acá durmió mi abuela
con su pareja
no puedo imaginarla con su dulzura
teniendo sexo
para mí que hizo el amor,
o un jardín hizo acá adentro
así aprendí a mirarla
toda perfumada
armarse unos rulos grandes,
pintarse los labios,
sonriente frente al tocador.
Más tarde durmió mi madre
que también seguro hizo el amor
porque ella amó mucho
pero después se enfermó,
la cama le quedó chica
y se fue
entonces llegué yo
crecida y madura
que también vine con alguien
y me inventé otro jardín
que el tiempo secó
y ahora no puedo entrar a este cuarto
te juro
no
pue
do
se me viene todo encima
la puerta se descuelga,
el ropero,único testigo,
cuando apagábamos la lámpara,
y el cuerpo
y los sueños
que saben también
de la sombra que dibujamos en la cama
vos de un lado,
yo del otro
sin rozarnos
colgando la distancia desde el techo
tapando con mantas
los gritos silenciosos de la noche
apretando desesperados la ropa
que juntaste
en esas cajas tan chicas,
dónde no cupieron las fotos
ni los recuerdos.
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Como el susurro del viento ...