Al agua lo que es del agua
Como defenderme de tus ojos tan abiertos mirándome de las intenciones de todos tus vientos de tus piernas de peso caliente al ras del piso de tu nuca que lame los bordes de tu espalda o de esta cabeza mía que es tan roja y no está tiesa ni desorientada que sabe encontrar el templo adentro tuyo pero es tarde y nos vamos con el aire en esa esquina y el puñado de arena que te espera y nos salpica un poco para que vuelva al agua lo que es del agua.