El jardín

Conejitos en los canteros,
cola de zorro,
rosas rojas, rosadas, blancas, 
dalias redondas y violetas,
gladiolos de espalda al vecino,
algunas calas,
helechos que colgaban,
un pino en la esquina,
tres árboles que hamacaban sus hojas,
una palto generoso que daba frutos
y un limonero,
eso era la parte de atrás.
Un viento suave que rozaba las mejillas,
la regadera que cargaba la Mary en su mano
y en la otra,
ese vapor humeante que salía de los verdes.
Mientras desayunaba
la observaba detrás de la ventana
¡siempre la miraba tanto!
Ahora en el mismo norte
no quedan más que hojas secas
y un bocado de aire.

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