Antes que yo misma lo supiera, recogía menta y lavanda
era demasiado pronto pero no sabía
que anticipaba ataditos para cuando tus ojos me vieran
un viento nuevo sopla
cuando ya no encuentro donde poner los pies, vuelo
algo se extiende en mí
y comienza a nombrarme con cada una de las letras que me hacen ser ésta y no otra
entonces por encima de todas las nubes
intento decir lo que no me sale
¡¿y para qué más palabras?!
si todo esto querida, es mejor que el vino,
que el queso y las uvas
que rodean la medianoche.
Esa voz, tu voz
un polvo aromático que sube lento por mis oídos y vuelve a pronunciarme con firmeza: Natalia, Natal...
sí, es que yo creo en todos tus frutos maduros,
recién salidos de ese monte ancho donde
llaman ni nombre
quiero caer de espalda, dejarme llevar
y soltar todas las explosiones juntas del centro de la lengua.
Lengua y monte
boca y hambre
un ungüento hermoso y morado
para la orilla
de algunas bocas.
Wow
ResponderEliminarBello
Emocionante. 🏙